
Entre las posibles recomendaciones para mantener una salud capilar razonable en clave de mantenimiento, destacaría:
• El uso de productos adecuados para el cuero cabelludo según el perfil del individuo. En este punto se contemplaría atopias cutáneas, tendencia al sebo o a la grasa entre otros factores.
• Realizar masajes circulares presionando suavemente el cuero cabelludo al lavar el pelo. De esta forma, se favorece la microcirculación y la llegada de nutrientes al folículo piloso.
• Si es preciso utilizar el secador, hacerlo a una distancia mínima de 30 centímetros o usando aire frío.
• Evitar el uso de tintes o emplear los que sean menos agresivos para el cabello.
• Seguir una dieta equilibrada y sana, evitando un exceso de grasas saturadas y azúcares.
• Reducir el estrés. La práctica regular de ejercicio físico y las técnicas de relajación pueden ayudar a ello.
Cabe mencionar que la caída del cabello en otoño tiene difícil prevención.
Muchas personas experimentan una caída capilar más pronunciada en otoño. Esto suele deberse a que entre finales de verano y principios de otoño existen más folículos pilosos en fase telógena, por lo que esta caída estacional simplemente se trataría de una renovación del cabello.
Las tres fases por la que pasa el folículo en su ciclo completo serían las siguientes:
1. Fase anágena. Es la etapa de crecimiento capilar, fase que se prolonga en un periodo de varios años. El cabello crece a un ritmo de 1 centímetro cada 28 días.
2. Fase catágena. Periodo de transición de duración aproximada entre 2 o 3 semanas. En este punto se detiene el crecimiento del cabello (aunque este sigue anclado al folículo piloso).
3. Fase telógena. Es un periodo de descanso del folículo piloso que dura aproximadamente 3 meses, hasta que el cabello se desprende para ser reemplazado por uno nuevo.
La razón por la que a los humanos no se nos cae todo el cabello de manera simultanea, como ocurre con frecuencia a otros mamíferos, es que cada uno de nuestros cabellos puede encontrarse en una fase distinta del ciclo.
Dicho esto, pueden utilizarse productos que favorezcan el nuevo cabello, haciendo que crezca más fuerte y sano. Ejemplo de ello serían los complementos alimenticios a base de vitaminas del grupo B y vitamina C. Por otro lado, si el pelo se cae de forma constante y homogénea en un periodo medio o medio-largo, conviene acudir a un dermatólogo para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados, ya que podría tratarse de una caiga cuyo origen pueda ser patológico.